Laguna pequeña y poco profunda. Se conocían así a las que se formaban en tiempo de lluvias en la Comarca Lagunera antes de que la desecación del territorio como resultado de la creación de presas y el crecimiento de la mancha urbana.
“Al regresar las aguas a su nivel normal, en partes propicias para ello dejaban vegas y lagunas como las de Filadelfia y Los Necochea, que la gente llamaba lagunetas”.
Pablo Machuca Macías. Crónicas y leyendas de Gómez Palacio, 1988, p. 62.
Corresponsal: Pablo Landa Ruiloba