Estructura de dos aguas con muros de varas verticales, que sirven como soporte estructural, y varas horizontales entretejidas o sobrepuestas. Por lo general, se llenan los agujeros entre las varas con zacate y después se enjarran con zoquete. Es común que una vez seco el zoquete, se blanqueen los muros con cal. Los techos de las casas de leña son por lo general de madera y carrizo, caña, tule u otro material orgánico. Con frecuencia se colocan láminas metálicas sobre estos materiales; a veces se usa únicamente lámina. Las casas de leña requieren mantenimiento constante. Es común que se tenga que aplicar una nueva capa de zoquete después de cada lluvia. En la región citrícola de Nuevo León y Tamaulipas, tanto hombres como mujeres participan en su construcción; los hombres hacen las estructuras y las mujeres están a cargo de enjarrarlas y darles mantenimiento. A diferencia de las casas tren o las murallas, las casas de leña no crecen de manera incremental. Cuando sus habitantes requieren más espacio, por lo general no anexan un nuevo cuarto a la estructura preexistente, sino que construyen una nueva. En localidades como Gatos Güeros, en el municipio de Linares, Nuevo León, muchas de las viviendas son conjuntos de casas de leña independientes dispuestas en un mismo solar. Para algunos, las casas de leña tienen un carácter temporal; son el primer espacio que habitan antes de construir una casa de block u otros materiales que se consideran permanentes. Al mudarse, utilizan las casas de leña como cocinas o bodegas.
Corresponsal: Pablo Landa Ruiloba