Adjetivo para designar la arquitectura tradicional del noreste de México acuñado en los años ochenta, cuando se realizaron las primeras investigaciones sobre este tema. La arquitectura norestense tiene fachadas planas, con pocos vanos, que por lo general están pintadas con dos colores: uno para los marcos de las puertas y ventanas y otro como fondo. Muchas construcciones norestenses están hechas de sillar de caliche y tienen techos altos y planos, hechos con vigas de madera y terrado. Otros elementos comunes en la arquitectura norestense son los lloraderos. Las características que se asocian con la arquitectura norestense son comunes en haciendas y zonas urbanas del siglo XIX o más antiguas. Las construcciones en localidades fuera de cabeceras municipales o pueblos comerciales tienen por lo general otras características.
Corresponsal: Pablo Landa Ruiloba
