Piedras pequeñas, de diversos colores, pulidas por corrientes de los ríos. Mezcladas con cemento, se usan para hacer pisos y banquetas. En la jardinería se usa para fines decorativos. También se conoce como “piedra Reynosa” o “piedra de Reynosa”.
“Mientras que dentro del inmueble todo es de Primer Mundo, en la parte exterior las banquetas están quebradas, con la piedrita de Reynosa levantada y con burdos bordes”.
Ricardo Rojas, “Una visión externa de Monterrey”, El Norte, 31 de octubre, 1997.
Corresponsal: Nayeli Espinoza