Región en el oeste y suroeste de Chihuahua con terreno escarpado y ecosistemas diversos. Las partes bajas son semi-desérticas o sub-tropicales, y las altas, boscosas. La topografía de esta zona dificultó su conquista en la época colonial y, más adelante, la construcción de vías de comunicación con el resto del país. El acceso es relativamente difícil y hay baja densidad de población. Entre sus habitantes se encuentran los rarámuri, quienes, como resultado de sus prácticas productivas y de manejo del agua, viven en poblados pequeños y dispersos. Una de las principales actividades económicas es la explotación forestal. La arquitectura local incluye viviendas de morillos de madera que se desplantan sobre bases de piedra. Tienen por lo general techos planos sobre los que se sobreponen estructuras de dos aguas. Hay también viviendas en cuevas, en los relices de la sierra, las cuales se acondicionan con terrazas y muros de piedra.
Corresponsal: Pablo Landa Ruiloba