Afilar una herramienta sobre una piedra abrasiva. Se coloca la piedra en una superficie plana y a una altura cómoda para el usuario. Posteriormente se frota con fuerza ambos lados de la herramienta y se repite esta acción hasta conseguir el filo deseado. Durante el proceso es recomendable ir agregando agua, pues ayuda a incrementar la fricción y remover los residuos del metal.
Corresponsal: Ejido Doce