Base, con frecuencia de piedra y cemento, sobre la que se desplanta una casa y que se extiende más allá de sus muros perimetrales. Sirven para evitar inundaciones y a menudo son espacios de estar en los que se colocan sillas o mecedoras. A diferencia de las banquetas en zonas urbanas, las de zonas rurales o comunicades pequeñas no son principalmente para circular, ya que con frecuencia tienen desniveles; las personas, animales y vehículos circulan por las calles. En Texas, las banquetas distinguen a las construcciones de herencia hispana o mexicana de las de herencia anglosajona.
“Al día siguiente, domingo, como no íbamos a ninguna parte, sacamos las mecedoras a la banqueta y como había buena sombra, me puse a platicar con Macrina”.
Irma Sabina Sepúlveda, “La dedicatoria”, El agiotista, pp. 205.
“Buscó como siempre la banca verde que estaba pegada a la banqueta de cemento, y se dispuso a leer protegido por la marquesina que formaba el largo balcón del segundo piso”.
Irma Sabina Sepúlveda, “Camino de riel”, El agiotista, p. 33.
Corresponsal: Pablo Landa Ruiloba